¿Santa Claus, son los padres?


La Navidad es una de las fiestas más importantes del cristianismo. La fiesta propone celebrar la natividad de Jesús.
Es poco probable que la fecha adjudicada sea la real. Siguiendo Lucas 2:8 los pastores cuidaban ovejas al aire libre con un cielo estrellado, hecho no frecuente en el invierno del norte. Igualmente la fecha fue asumida por convención, y data del año 386, Antioquía, donde Juan Crisóstomo impulsó el 25 de diciembre.
De todas maneras la fecha ya era reconocida en el Imperio Romano donde era fiesta sacra del “Nacimiento del Sol Invicto”, asociada al nacimiento de Apolo. Y el papa Julio I pidió celebrar la Navidad esa fecha para facilitar la adopción de la religión.
Con la Reforma Protestante la Navidad fue prohibida en algunas iglesias por estar asociadas al paganismo antiguo. En 1647 los puritanos ingleses, llegados al poder, la prohibieron, volviéndose a permitir en 1660. Por su parte en la América colonial fue rechazada por los puritanos desde 1659 hasta 1681. Con la llegada de la revolución a Estados Unidos, cayó aún más en descrédito por asociarse a una costumbre inglesa.
En 1820 las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y comenzaron la reinvención de la Navidad, la cual estaba en vías de desaparición. Desde lo cultural se hizo hincapié, así el libro de Charles Dickens “Un cuento de Navidad” (1843) desempeñó un importante papel atribuyendo valores de buena voluntad, compasión y fiesta familiar.
Y fue hasta 1870 que en Estados Unidos, se la declaró día feriado por el presidente Grant, sin mayores penas ni glorias.
Fue en la primavera de 1931 cuando Coca Cola experimentaba una muy mala época. Por Comenzar a correrse el rumor de que dicha bebida no era del todo saludable.
Fue entonces cuando la directiva de la empresa decide crear una publicidad navideña en torno a Santa Claus, que en aquel entonces era representado de varias formas, entre ellas, como un gnomo pequeño y regordete, bondadoso y a medio camino entre la fantasía, la religión y la magia. Así crearon una campaña publicitaria donde Santa estaría recibiendo peticiones de niños en varios puntos comerciales de la ciudad. Y aunque esta campaña fue exitosa . La empresa pidió al pintor de Chicago (pero de origen sueco) Habdon Sundblom que remodelara el Santa Claus que hasta entonces habían usado.
El artista, que tomó como primer modelo a un vendedor jubilado llamado Lou Prentice, hizo que perdiera su aspecto de gnomo y ganase en realismo. Santa Claus se hizo más alto, grueso, de rostro alegre y bondadoso, ojos pícaros, amables, y vestido de color rojo con ribetes blancos, que eran los colores oficiales de Coca-Cola.
El personaje estrenó su nueva imagen, con gran éxito, en la campaña de Coca-Cola de 1931, y el pintor siguió haciendo retoques en los años siguientes. Muy pronto se incorporó a sí mismo como modelo del personaje, y a sus hijos y nietos como modelos de los niños que aparecían en los cuadros y postales. Los dibujos y cuadros que Sundblom pintó entre 1931 y 1966 fueron reproducidos en todas las campañas navideñas que Coca-Cola realizó en el mundo, y tras la muerte del pintor en 1976, su obra y la Navidad ha seguido difundiéndose constantemente como sinónimo de paz, amor y consumo.

El fantasma de Kathy King

Tal vez en respuesta a una imagen del relato anterior que tuvo varios comentarios, se me ocurre traerles en esta oportunidad la historia de William Crooks.


Nació en 1832, era inglés. Era físico y químico, prof auxiliar en un colegio a la edad de 20 años. En 1854 fue nombrado inspector del Dpto de Meteorología en Oxford. Fue director del Jornal de las Ciencias.

Inventó, un método para separar, con ayuda del sodio, el oro y la plata de los minerales menores. Sus estudios sobre el espectro solar le valieron el honro de ser designado miembro de la comisión inglesa encargada de observar el eclipse de 1871. La academia de ciencias de París le dio la medalla de oro, por sus estudios sobre la radiación. El método de Crooks para lograr el vacío fue un puntapié para el desarrollo de la lámpara incandescente.

Este hombre de ciencias se enamoro en 1973 de un fantasma y certificó su existencia.

En 1971 había en Londres una médium muy conocida muy famosa, llamada Florens Kups, tenía nada más que 15 años. Su trato con los espíritus era perfecto. Perfecto, porque convocó finados visibles, palpables y dialogantes. Aprendan otros que solo escuchan ruidos o logran que solo se mueva una copa. Con Florens aparecía el finado enterito.

Las más famosas fueron las apariciones de una tal Kathy King. Las actas de las sesiones celebradas fueron notables. La médium se ponía en trance en una habitación apartada y en el lugar donde estaban los asistentes, aparecía el fantasma de Kathy King; que era una mujer joven y hermosa. En una oportunidad un concurrente a dichas sesiones quiso tomarle una fotografía, pero en dicho momento y mientras el espectro posaba a la voz de whiskyyyyy, se vio un brazo grueso de un hombre que agitaba la mano. Kathy reprochó la actitud al intruso. Le dijo que estaba muy mal que otro espíritu viniera a molestar cuando estaban a punto de tomarle una foto y le ordenó que se retirara. Poco antes de concluir la sesión, Kathy, manifestó que sus fuerzas la abandonaban y que se esfumaría. Se la pudo ver hundirse en el suelo hasta desaparecer.

La médium, seguía concentrada en otra habitación.

En una ocasión lo invitaron al naturalista, muy reconocido de su época Thomas Hasli. Quien manifestó: “Lamento no poder aceptar la invitación. No siento el menor interés por tal asunto. Suponiendo que dichos fenómenos fueran reales, tampoco tengo interés en ellos. Es que si los habitantes del mundo espiritual no hablan con más sabiduría y sentido que lo que habla sus amigos convocantes, he de clasificarlos en la misma y baja categoría. La única ventaja que puede deparar la demostración de la verdad del espiritismo es la de un argumento más contra el suicidio. Preferiría vivir como barrendero, que ser condenado una vez muerto, a despachar simplezas por bocas de un médium y a una libra por sesión. Suyo afectísimo. Thomas Hasli.” Queda claro que no quiso ir.

El que si fue, es el ya mencionado William Crooks. Y anotó las cosas más increíbles. Parece que Kathy King se le apareció por espacio de 2 horas. Se paseo por la habitación, conversó con los allí presentes. Crooks, pidió permiso para tomarle un brazo, le fue concedido y anduvo por la habitación tomado del fantasma. Escribió que los aparecidos bien pudieran ser materiales.

Crooks se enamoró de aquella presencia.

En medio de informes que certificaba la ausencia de cualquier trampa escribía versos dedicados a su fantasma.

Decía, por ejemplo, que en los ojos de Kathy palpitaba el inefable encanto del cielo esperado.

En otras sesiones, Crooks, con intenciones científicas y amorosas al mismo tiempo, pidió cortar un bucle de las trenzas de Kathy y lo guardó. Y hasta le tomó el pulso. Y la midió. A estas alturas lo más sensato era pensar que se trataba de una mujer de carne y hueso. Sucede que en los informes se marcan rasgos que se esfumaban cuando Florens, la médium, aseguraba perder la concentración.

En sus apariciones, Kathy, siempre dijo que solo pasaría por este mundo en determinadas situaciones y en una de las sesiones manifestó que se marcharía para siempre, que no iba a volver. Aceptó un ramo de flores de uno de los presentes. Más tarde escribió unas líneas de despedida y las firmó con el nombre de Anny Morgan, pues este era su verdadero nombre, según dijo, durante su vida terrenal. Después del brazo de Crooks, dio una vuelta completa a la habitación y estrechó la mano uno por uno a todos los asistentes de la sesión. Luego, manifestó de deseaba marcharse. Todos le mostraron agradecimiento por las cosas que los había hecho testigo. Crooks pidió besarla, Kathy le dio el beso y se fue. Dicen que el hombre lloró desconsolado.

Años más tarde se enteró por los diarios de algo terrible una tal Corner, que era médium, había sido encarcelada por el delito de fraude y dicha Sra. Corner, buena ilusionista no era otra que la Sra. Florens. Pero William Crooks se puso contento. Si después de todo Kathy King no era un fantasma, entonces estaba viva y podía encontrarla en algún sitio. Así fue a entrevistar a Florens que estaba en cana, y le dijo: “Por favor! ¿Dónde está la chica que hacía el papel de Kathy en sus fraudes, porque la amo y quiero verla?!”

Pero aquella mujer orgullosa, le dijo que sus poderes eran verdaderos y que Kathy King era un fantasma, que

no regresaría nunca.


¿Quien de nosotros no se ha enamorado alguna vez así? De alguien que desaparece y por boca de algún vecino nos enteramos que era un fraude. Fraude y todo nos gusta. Y le pedimos por favor, a veces a la médium, a veces a ella misma, diciendo “ya se que sos un fraude, pero me gustas igual.”

Bien decía Nietzsche “Ya no tengo la esperanza, de que acabe jamás la pena mía! Pues al perder en ti mi confianza, no he perdido el amor que te tenía”

Tal vez no quepa otra posibilidad que la de enamorarse de fantasmas, espectros, sombras de sombras, convocadas por un médium que no es otro que uno mismo. Y el fraude lo perpetra uno mismo. Y uno es el fraudulento... y tambien la víctima.

Sodoma y Gomorra


Antes de dar paso al relato es preciso dar cuenta de la trascendental encuesta. Aquí los resultados:
Cual es la Fruta Prohibida?
Otras/os: 45%
El chupacabras:18%
La manzana: 9%
Es-pera: 9%
La palta: 9%
La banana: 9%
El níspero: 0%
La Fruta Prohibida, tal vez siempre sea la Otra. En lo personal promovía como respuesta a la pregunta: es-pera. Porque tal acrecienta el deseo.
Creo que la manzana logra adhesión por el clamor popular, al igual que la banana.
Se descartó la palta por la dificultad que genera en morderla, en contraposición del deleite que genera el fruto prohibido.
En cuanto al níspero, tiene sus razones obvias para no recibir ningún voto.
Quedando el chupacabras para una futura encuesta y esperando respuestas de quienes lo votaron con el relato de los respectivos encuentros que mantuvieron.
Gracias a todos los que participaron!

El relato de esta oportunidad, siguiendo un poco el eje anterior, y hasta bajando líneas a quienes se ven muy entusiasmados, hablaremos de Sodoma y Gomorra.
Las mencionadas ciudades se encontraban en las llanuras cercanas al Mar Muerto. Se volvieron famosas en la historia universal dado los testimonios bíblicos de las prácticas que llevaban a delante sus habitantes. Se dicen que tenían una vida libertina, promiscua. De hecho, trasciende el gentilicio con distintos sinónimos.
Cuenta la crónica que las mencionadas costumbres no eran bien vistas por Yahvé y cansado de tanto jolgorio se disponía a destruirlas.
Abraham, íntimo amigo de Dios, tenía a su primo Lot viviendo en la ciudad a destruir. Fue así que intercedió. Y se podría decir que regateó con Dios: “¿Destruirás al justo con el impío? Quizás haya cincuenta justos dentro de la ciudad. Acaso no perdonarás la ciudad por esos cincuenta?” A lo cual Dios se mostró clemente que concedió. “Y si encontraras cuarenta y cinco? ¿treinta? ¿veinte?. Arreglaron por diez. Yahvé se fui a paso de trote para que Abraham no le siga pidiendo. La cuestión es que parece ser que no había ni diez personas justas, por lo cual se dispuso la destrucción de las ciudades. Pero, el que si encontró gracia fue Lot. A quien dos ángeles fueron advertirle de lo venidero y pedirle que abandone Sodoma. Fueron hospedados en su casa. Pero los la gente se enteró de la visita… rodearon la vivienda pidiendo que entregaran a los extranjeros para poder divertirse con ellos. A lo cual Lot respondió: “Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. Antes yo tengo dos hijas vírgenes, os las sacaré fuera y haced con ellas como bien os pareciere” Mostrando así lo buen vecino que era! Aprendan algunos!
Pero los sodomitas no quisieron a las jóvenes, así que los ángeles, en una muestra de su poder, los cegaron con una fuerte luz y tuvieron que huir.
Toda la familia escapó esa noche de Sodoma. Con la salvedad, dada por los emisarios de Dios, que al momento de irse no miraran hacia atrás.
Pero mientras el azufre del cielo llovía sobre la ciudad, la esposa de Lot dio media vuelta, miró, convirtiéndose en una estatua de sal.
Lot se quedó con sus hijas en la montaña.
Y acá la historia se torna un poco fuerte, si hay menores se pide el cuidado necesario. Porque las jóvenes creyeron que toda la tierra había sido destruida, temiendo y preocupada por la reproducción de la especie, movida por un sentimiento filántropo. La mayor le propuso a la menor, embriagar a su padre y yacer con él. Parece que la menor agarró viaje enseguida porque así se hizo. Cada una concibieron hijos llamados Moab, el cual fue padre de los moabitas y Ben-ammi que fue padre de los amonitas hasta hoy.

Fuerte esta historia y como pudimos leer con trascendencia en la historia de los pueblos, y hasta en conceptos.
Tal vez el castigo a la esposa de Lot, no fue un castigo a la curiosidad, o al mero mirar hacia atrás, sino el mirarlo con una cierta añoranza. Hecho que convierta a cualquiera en estatua.
La mera añoranza que estanca, no permitiendo avanzar, tampoco regresar, ya que todo regreso es del orden de lo imposible. Los lugares cambiaron, uno no es el mismo, los otros tampoco.
Miremos atrás, no sé si buscando garantías de no tropezar por vigésima vez con lo mismo, hecho probable que ocurra. Pero para ver, en ese pasado, en esos tropiezos, en esas repeticiones, en esa o esas piedras, hasta donde era la misma y hasta donde en cada traspié fuimos machucándonos y con ello a la misma piedra hasta romperla.
Y les digo que hasta es optimista pensar en la piedra, no en la posibilidad de que alguna vez se rompa. Sino el hecho que en verdad exista. Porque muchos de nosotros creemos fervientemente en ella y solo tropezamos con nuestros cordondes desatados.

Se come con piel la Manzana Prohibida

Tal vez a modo de amenaza, anunciamos que próximamente saldrá una nueva emisión impresa de Ruptura Publicaciones Nº 4…y el pescado sin vender. Volvemos sin que nos llamen tal como nos fuimos, con una mano atrás y otra delante.
Un año con más de lo mismo, creyéndonos novedosos. Donde se encontrarán historias, cuentos, relatos, tanto ficcionales como irreales. Pensamientos y reflexiones propias que a nadie suele interesar.
Como ya nos es costumbre los desengaños, anticipamos que al igual que en números anteriores, Ruptura consta de un tema eje, el cual recorre toda la edición, aunque a veces no parezca. En este Nº 4, dicho contenido será signado por el significante “Trabajo”.

Como de “trabajo” se trata, pensé en ilustrar esta página con los trabajos de Herácles, Hércules, para los amigos romanos.
Hijo de Alcmena y sus amoríos con el mismísimo Zeus, en un desliz que tuvo este en su vida matrimonial con la diosa Hera.
La reina del Olimpo no se encontraba muy feliz con la llegada del niño, por lo cual intentó eliminarlo en varias oportunidades sin éxito. Por fin, bastante fastidiada, y con Heracles ya crecido, envenena su copa. A modo de síntesis, este enloquece, confunde a su mujer e hijos con enemigos y los mata a todos. Zeus devuelve la cordura, pero no libre de castigo es enviado a servirle de esclavo a Euristeo, rey de Micenas.
Como ya veía venir que el héroe griego era muy problemático, Euristeo se lo quiso sacar de encima y lo mando hacer los famosos doce trabajos: Matar al león de Nemea, matar a la hidra del lago de Lerna, alcanzar a la sierva de Cerinia, cazar al jabalí de Erimanto, limpiar el establo de Augías, matar los pájaros del lago Estínfalo, domar el toro de Creta, robar las yeguas de Diomedes, tomar el cinturón de Hipólita, matar a Gerión, robar las manzanas de oro y por último ir a buscar a Cerbero al infierno. Eso es ir a trabajar!!!
Pero nos detendremos en uno de los trabajos q más tela para cortar siempre me ha dado, como así también acaloradas discusiones de bar, donde la gente ha tenido que separarnos a patadas, por nuestro encendido afán de defender el concepto y la relación con el Fruto Prohibido, que metemos de los pelos (saludos a Rodrigo!). Me refiero a las Manzanas de Oro del jardín de las Hespérides.
Las famosas manzanas pertenecían nada más ni nada menos que a la diosa Hera, (como para que no le tenga bronca), quien tenía su árbol en el jardín de las “Ninfas del atardecer”, a su vez, protegido por un dragón de varias cabezas. (el número de estas no es definido y varía según los cronistas)
En su camino, Heracles libera a Prometeo, matando el águila que le masticaba el hígado eternamente, por otro castigo que no viene al caso ahora. Igualmente, imagínense, muy agradecido Prometeo lo advierte que no puede cortar el mismo las manzanas, que mande a Atlas, quien era padre de las Hespérides y suficientemente fuerte para matar al dragón. Como sabemos, Atlas sostenía en sus hombros la esfera celeste. Un poco podrido, no le molestó para nada dejar un tiempito a Heracles en su lugar. Así fue y volvió con las manzanas. Descontracturado y con una nueva sensación de libertad quiere él mismo llevarle las manzanas a Euristeo. Precavido ya Heracles de esta posibilidad, le dice que si, “No hay problema amigo Atlas, lo único que sostened un segundo vos la esfera celeste mientras yo me levanto las medias”, o se ponía un almohadón, la cosa que el confiado Atlas toma sobre sus hombros una vez más al planeta y Heracles sale rajando.
Una vez las manzanas en poder de Euristeo, las consagra a la diosa Atenea. Quien las devolverá a su dueña Hera.
Los investigadores ubican al mencionado jardín en la península ibérica, por los obvios relatos en detalles que no entre y tiene esta historia. A su vez aseguran que las manzanas de oro en realidad eran naranjas, las cuales no se conocían en Grecia. Pero a nosotros nos gusta pensar que se trata de manzanas de oro. Y que el Fruto Prohibido del Edén es-pera, ya que incrementa el deseo.
Ya sean naranjas o manzanas de oro, ya sea en España o en un jardín perdido…¿hasta donde la realidad y hasta donde un cuento? ¿Por qué nombrarlo como bóveda celeste o como cielo? En definitiva, si lo llamamos cielo es porque nos lo contaron así. Como nos contaron también que debemos comer con cubiertos; que debemos guardar silencio; nos contaron lo de no andar descalzos; lo de amar a su tiempo y medida. Nos contaron sobre tener que casarnos y el modo de criar hijos como buenos occidentales y cristianos que somos. Nos contaron que el placer es malo y a morir de viejos.
Todos tenemos nuestros cuentos, nuestros mitos, a los cuales nos aferramos hasta ciegamente… “porque es así… vió”
Y en definitiva, entre los cuentos de Discovery Channel y el de Atlas sosteniendo el mundo para que no se caiga… ya saben uds con cual me quedo.

Una silla perdida en la dilatacion de los gases.

Considerando y agradeciendo las buenas críticas recibidas por el artículo anterior, pareció interesante continuar con relatos de breves historias, que por cierto, ante alguna pregunta, son de hechos reales…

En esta ocasión el relato es a partir de uno de los logros q más impresionó a la humanidad, (y tal vez, venido a menos en los últimos tiempos dada la hegemonía de United o Air France) hablamos del Globo Aerostático.

Los hermanos Joseph Michel y Jacques Etiénne Montgolfier construyeron el primer globo aerostático tripulado, en 1783, dicho sea de paso los pasajeros fueron una oveja, un gallo y una oveja. Dado que desconocían los efectos de la altura en seres vivo.
Luis XVI, muy entusiasmado con estas pruebas, había ofrecido dos criminales sentenciados para que sirvieran de pasajeros para el globo Montgolfier. Ante esto, Jean-Francois Pilatre de Rozier, miembro de la Academia de Ciencias, con la idea de que la gloria de elevarse en el cielo por primera vez no se la podían llevar unos viles criminales, se ofreció para ser el protagonista. Así, el 21 de octubre de 1783, Jean-Francois Pilatre de Rozier y otro voluntario, Francois Laurent, marqués de Arlandes, son los primeros en volar en un globo aerostático sin amarras. Alcanzan una altura de 1.000 metros y sobrevuelan la ciudad de París durante 25 minutos.
En 1804, el físico y químico francés Gay Lussac, que formuló la ley de la dilatación de los gases, hizo dos ascensiones en globo para estudiar las variaciones de electricidad, magnetismo, y composición del aire, llegando hasta los 7.016 metros de altitud, lo que sería el record del momento.
Este es el punto donde centraremos nuestra crónica.
Gay Lussac moría de curiosidad y ansias de saber con respecto a las leyes de la física que se desplegaban ante sus ojos. En busca de mayores datos, fue que tomó altitud con su globo. Pero llegada cierta altura, hizo falta aminorar el peso que llevaba. Fue así que comenzó a arrojar las cosas del Globo. Alguno de comer, de ropa, objetos prescindibles para sus estudios, bueno no sé, pero lo que si se sabe que lanza es su silla.
Silla que cae en un pequeño pueblo francés. Más precisamente, cae en la puerta de la iglesia del pueblo, cuando el párroco finalizaba su misa dominical. La sorpresa de los fieles, quienes salían con el fervor del sermón, fue descomunal. Ignorantes de viajes en globos, de leyes físicas, lo primero que pensaron es que aquella silla se había caído del mismísimo paraíso quedando algún bienaventurado de pié. Pensamiento más que entendible, ¿quien podría pensar que se trata de una causalidad de la superstición física, cuando la evidencia de la providencia es tan palpable?
En la exaltación del momento no falto quien quería llevarse el asiento divino a su casa, con un palpable espíritu de solidaridad cristiana.
Ante dichos inconvenientes suscitados… “la silla me pegó a mi!”… “yo puse más limosnas que vos”, fue que el sacerdote, con ánimo comunista, … perdonen la palabrota… con ánimo comunal… y considerando que bien habría poder sido San Pablo, San Pedro, o el mismo Señor a quien se le piantó la silla, lo más adecuado es llevarla dentro del templo.
En los siguientes días pasaron de a uno a sentarse en la silla santa. Vinieron de otros lugares cercanos a recibir la bendición de la misma. Pero algunos no llegaron solos y trajeron consigo las noticias del Globo, de Gay Luzca, y de que andaba buscando su silla, (esto último agregado personal de quien escribe). Una vergüenza profunda pero silenciosa se apoderó de la grey. Se retiraron de la iglesia. Volvieron el domingo siguiente, pero la silla ya no estaba y nunca nadie preguntó.

Siempre llega alguno a refutarnos mitos, historias, ilusiones. Gracias a Dios no creemos más en supercherías dado que hoy tenemos a la televisión que nos mantiene totalmente informados de la realidad.
Y si de globos se trata, no hay que andar por la vida pinchándolos (algunas críticas a la profesión suenan por ahi) sino saber hasta donde el vuelo es propio y donde ajeno. Cuando los sueños son nuestros y cuando del otro. Ciencia, fe, ateos, sabio o legos… que tire la primer piedra el que este libre de fantasías. ¿Qué de la vida sin nuestros mitos mas reales?

"Y cuando la mirada es sólo un catalejo
para viajar por laberintos donde el dato es religión,
aún creo en la pregunta que hay tras el espejo
en donde se produce la osadía de la Reflexión.
Porqué si es cierto que sólo existe lo cierto
y que los sueños son un aire que le dio a la sinrazón,
levantaré una gran columna en el desierto
para soñar que soy un sueño y que los sueños, sueños son..."
(L.E.Aute)

Nombres in extremis...


Tenía 33 años cuando Josefina conoce a un hombre de irresistible personalidad: Napoleón Bonaparte, quien quedó enamorado de su belleza. Se casaron el 9 de marzo de 1796, año en que él es nombrado jefe del Ejército de Italia.

Por todos es sabida las idas y venidas de la pareja imperial. Pero no es esta la historia que quiero recordar hoy. Sino los amores fugaces de Josefina con el Zar Alejandro de Rusia.

El 15 de diciembre de 1809 firma el divorcio de Napoleón, pero por órdenes de este, conserva el título de emperatriz.

En 1814 Napoleón abdica al trono. Pero Josefina no queda desprotegida. Alejandro I se declara su protector.

Francia sometida a dominios rusos es visitada por su majestad el Zar, quien llega con aires de merecidos triunfos. Y la idea de lograr uno, a título personal, por lo cual se acerca a la Malmaison, mansión en que residía la emperatriz.

Al parecer, y según cuentan las crónicas, Alejandro era un hombre muy apuesto, y no le faltaban interesantes mujeres que le rindieran honores. Al recibirlo Josefina en su palacio, tampoco pudo con sus encantos y se mostró muy dispuesta a complacer al Zar.

No hagamos dilaciones a la historia, y pongamos que ambos entraron en los juegos propios del amor. Hasta que en una de esas noches en que se hacían las recepciones, Alejandro conoce a Hortensia, hija de Josefina. Por todos es sabido que sucede cuando un rey de rusia, enamorado de una mujer, se le presenta otra de iguales características y más joven…comenzó una secreta relación con Hortensia.

Fiesta en la Malmaison. Una noche fría. Al finalizar, Alejandro sale de paseo con Hortensia en su carruaje. Josefina, desconociendo la relación de estos y no queriendo ser menos los quiso acompañar. Pero en el apuro dejó sus abrigos. El paseo se extendió por horas mientras Josefina temblaba bajo las finas gasas de su vestido.

Al día siguiente la emperatriz despierta con una fatal angina infecciosa de la cual jamás se repondrá, muriendo a los pocos días.

Consternado por los hechos Alejandro vuelve a Rusia y nunca más vio a Hortensia. Transcurría el año 1814.

Napoleón se entera de la muerte de Josefina en el exilio, pasando varios días en la más absoluta soledad.

No es muy romántica una historia que termine con la muerte fruto de una angina infecciosa. Si queremos buscar una moraleja podríamos encontrar el consejo más dado por todos: “No salgas desabrigado”… y menos si vas a salir en carruaje con el Zar de Rusia.

Dicen las crónicas que antes de morir Josefina pronunció el nombre de Napoleón. Cerrando la gran pregunta si lo amó o no. Se traicionaron 100 veces y se pelearon mil, pero la falta de fidelidad no implica necesariamente amor.

Tal vez en ese último nombre que pronunciemos en nuestro lecho de muerte devele la verdad de nuestro amor y en definitiva de nuestra existencia.

Me pregunto que nombre será, si es que decimos alguno, porque hay quienes preferirán guardar decoro hasta después de muertos…todos pendientes el nombre que va a decir el futuro y finado y … nada! “¿Qué se ha creído la vecina de enfrente?” Es más, en todo caso hasta sería bueno aclarar que nombres no pensaba nombrar…por las dudas que se le adjudiquen responsabilidades ajenas… “no era este…ni este…ni este otro…” ya ni morir en paz se puede en las épocas burguesas… juro que si me mantengo vivo es solo para no tener que nombrar un nombre in extremis...

La monogamia


Como se ha escuchado por ahi... "la infidelidad no existe porque todos los amores son uno", cada quien que lo sepa leer...sin animos de escusarme de nada, la siguiente es una breve consideración de la contitución de la monogamia en la sociedad actual, que auque no parezca tuvo su inicio...

Ni en la tradición romana, ni en la griega existía una idea del matrimonio indisoluble. Además en la mayoría de los textos bíblicos, era en el mejor de los casos, ambiguo y hasta claramente favorable a la separación. Por ejemplo el repudio de la mujer era predicado. En los primeros tiempos cristianos, los partidarios del divorcio preferían ignorar los textos paulinos que señalaban la monogamia eterna y mas bien justificaban su posición en pasajes bíblicos antiguos.

Un hecho curioso, en ninguno de los casos, ni en la defensa de la monogamia, ni en el caso contrario se mencionaba el amor.

Hay que decir, que en esos primeros siglos del cristianismo los jefes cristianos no eran tan tajantes en esto de la monogamia como lo fueron a partir del Siglo X.

Alrededor del año 565 todavía se aceptaban algunas razones para conseguir la separación. Los motivos podían ser: el adulterio; la tentativa de asesinato del cónyuge, el cual a mi entender es el mejor motivo para separarse; la conspiración contra el emperador, ej.: si vos agarrabas a tu mujer conspirando contra el emperador te separabas; el abandono nocturno de la casa por parte de la mujer sin permiso del esposo; la impotencia del precitado esposo, y la decisión de entrar a un convento.

Además de esas posibilidades de separación, la poligamia, por aquellos años, -estamos hablando del siglo VI- estaba bien extendida, en Inglaterra, en Irlanda, los ricos disfrutaban de un régimen de poligamia, con múltiples relaciones de distintos grados, quiere decir del matrimonio solemne, hasta los encuentros incestuosos, pasando por el concubinato, el amor fugaz detrás de una puerta, etc.

Los reyes Merovingios daban ejemplo de poligamia, Clotario I, Dagoberto, entre otros tuvieron dos o tres mujeres al mismo tiempo y se podían justificar siempre su comportamiento remitiendose a los reyes del Antiguo Testamento, como Salomón que tenia trescientas mujeres y setecientas concubinas.

La poligamia oficial empezó a perder aceptación allá por el siglo VIII, que se prefirió practicar una especie de monogamia secuencial, por llamarla de algún modo. Se conformaban con una esposa oficial por turno, siempre tenían una, pero cada tanto la cambiaban.

En aquel tiempo empezaban hacer caso algunas amonestaciones de la iglesia, tal vez porque necesitaban el apoyo de esta. Pero la iglesia intento evitar, incluso, la monogamia secuencial y ya en el Siglo IX empezó a no tolerarse, siquiera, segundos matrimonios después de la viudez.
Uno de los motivos más frecuentes de aquellos tiempos, por los cuales el marido buscaba el repudio y el segundo matrimonio era la supuesta esterilidad de la mujer, pero en el Siglo IX este motivo fue rechazado. Pedro Lombardo, en sus cuatro libros de sentencia, publico que nadie debía separarse ni siquiera por adulterio.

Estas cuestiones trajeron complicaciones, están los desafíos de Felipe Agusto y Roberto El Piadoso a los Papas, que repudiaron a sus esposas y recibieron la excomunión, que en el caso de Felipe Agusto, esta excomunión cayó sobre todos los habitantes de Francia, de modo tal que nadie podía casarse, nadie podía enterrar a los difuntos, porque al ser excomulgado el Rey se excomulgaba a todo el pueblo.

Desde Alejandro III a Inocencio III, estos Papas, se fue perfeccionando esta pretensión del matrimonio indisoluble. En realidad solo era posible la separación si se descubrían vínculos estrechos de parentescos. O incluso en casos más raros en que se descubría una relación prematrimonial entre un hombre y una pariente de la prometida, aunque anda a saber.
El matrimonio también podía considerarse nulo, si los novios no daban verdadero consentimiento, pero esto era muy difícil de demostrar, porque de hecho si se empleaba la fuerza, los matrimonios de los nobles medievales era impuestos.

La verdad aunque muchos nobles y plebeyos utilizaron toda clase de subterfugios para eludir el matrimonio para toda la vida, la monogamia tuvo muchos partidarios. Las alianzas políticas más estables de la Edad Media, exigían lazos matrimoniales más estables el cual fue el verdadero motivo del auge de la monogamia: las alianzas matrimoniales políticas, porque si usted podía en dos meses echar a su mujer porque sí y tomar otra, de que servía que mi hija, le hablo como Rey de Francia, se case con su hijo el príncipe de España. Si el matrimonio es para toda la vida tenemos como cuarenta o cincuenta años de alianza política, pero si al primer estofado frío su hijo le pega una patada a mi hija, ¿de qué estamos hablando? Así que esto lo digo para defender la monogamia en casos de matrimonios políticos.

La protección frente al repudio se buscaba a veces contractualmente.

Además de la imposición religiosa, en el Siglo XI, el conde de Palluis, prometía en su contrato matrimonial con Lucía, que era cuñada del conde de Barcelona, que no la abandonaría jamás, excepto si contraía lepra, decía con una minuciosidad que nos repugna. Es una buena declaración para hacer debajo de un árbol: “Amada mía no te abandonaré jamás excepto si contraes lepra”.

Al final de la Edad Media la iglesia había impuesto tres normas importantes que duraron hasta casi nuestros días. Prohibición de la poligamia, necesidad de evitar como cónyuges los parientes cercanos y la posibilidad limitadísima de separarse.






La monogamia perpetua había triunfado como ideal y se instaló en el imaginario.

Interesantes estas consideraciones, porque a veces uno tiende a creer, no sin cierto espanto, que la monogamia es inherente a la condición humana y que siempre fue así, bueno no, es solo cultural, ni siquiera siempre fue así dentro del cristianismo.

Pero que sucederá luego, porque es muy evidente que todas estas consideraciones están en crisis, es muy evidente además que la alianzas políticas ya no se realizan por matrimonios, sino por otro modo mas, si se quiere, pueril; hoy no es necesario casar a tu hija para efectuar una alianza política que además no duran ni aun casando a tu hija. Eso por un lado, por el otro es evidente que la monogamia perpetua es más bien una excepción que una regla y en cuanto a las causas de separación ni hablar.

De modo de que se hace, cuando estos principios que parecían impuestos, que parecían emanar de una voluntad divina, innegablemente no se cumplen y en algún caso parece razonable que no se cumpla...

Bueno, eso lo tendrá que pensar alguien en otro blog, no en este, o por televisión a la tarde, donde los televidentes que podrán llamar y opinar del siguiente modo: “a mi...” y ahí cuentan su experiencia, que es el modo de opinar que se tiene hoy en día. “¿Qué opina ud. de la monogamia perpetua?” Respuesta: “ Mi esposa me tiene podrido”
El siguiente texto fue escrito para Ruptura Publicaciones.

Pudiendo ser concebido como perteneciente al género de cuentos cortos, el relato logra una estructura poco convencional, q a mi entender, genera hasta cierto malestar en el lector. Malestar aplaudido a la hora de mover a nuevas creaciones de la imaginación de quien lee.
Gracias Lola por habernos obsequiado el relato...



Se levantó, colocó una bata sobre su cuerpo desnudo , preparó un café, que tomó lentamente.
El sol no lograba abrirse paso a través de las nubes.
La calle se veía gris, desolada, triste, desde el ventanal del comedor. Se acercó un poco más, el vidrio le devolvió su imagen y se empañó. Ya no era un chico, se veía como se sentía, de mil años.
Había sido una noche difícil, por más que lo intentó no pudo dormirse. Convencido de la imposibilidad de lograrlo quiso ordenar sus pensamientos, pero le resultó irrealizable, estos se escondían, veía sus sombras, corrían carreras, no lograba asirlos. Cuando comenzaba a armar una idea se le escapaba. Un estado de nerviosismo comenzó a ascender desde s us piernas como un huracán contenido, una furia latente, una tormenta en ciernes. ¿por qué se sentía así? ¿por qué estaba así?
Ja ja. Si lo sabes bien.- se dijo.
Él, en la soledad de la noche interminable, escribió una búsqueda, pensando en ella... y tiró la botella al mar.
En la mañana recibió un silencio.
Entonces miró al cielo y a pesar de la lejanía, sabía que era el mismo para los dos... levantó las manos, las introdujo en el aire. Sintió que ese mismo aire los envolvía a ambos y que al tocarlos la tocaba... por un momento funcionó.
Luego, creyendo en la misma magia, decidió mandarle un mensaje que solo sus oídos recibirían.
Susurró un – Hola Hermosa!- a la distancia. Que por la hora era una desubicación... pero también una necesidad irrefrenable a hacerlo.
Y esperó la respuesta en su celular.
Lola.





La esclavitud de hoy
Por José Pablo Correa.- Rubén A. Gutierrez.
ruptura@live.com.ar


La sociedad contemporánea es llamada también "sociedad de consumo". Se rige por las reglas del mercado y se caracteriza por “El imperio del tener”: “tanto tienes tanto vales”. Hasta confundir el mismo ser con el tener.

Pero el sistema de producción no siempre estuvo regido por las mismas reglas.

En épocas, no tan remotas, el régimen esclavista era bien visto por todos. El esclavo, era un objeto, una mercancía del amo, quien contaba con la legalidad de usufructuar a ese sujeto que no era reconocido ni como ser humano.

Revoluciones en aras de la libertad, de la igualdad fueron aboliendo la esclavitud, por lo menos en su forma más explicita. La igualdad, las democracias nacientes fueron menoscabando el sometimiento explicito.

El amo tuvo que ceder a la espada, a la ley de la sangre, desde donde impartía muerte a quien no le obedecía. Pero lejos de ser derrocado mutó a nuevas formas, tal vez más efectivas de dominio.

Algunos autores lo denomina “Infrapoder”, es un poder que se ejerce sin que el sujeto se percate de tal influencia. Por el contrario, pensando que es libre en su elección, esta se encuentra totalmente sujeta a la voluntad de Otro.

La sociedad actual empuja al placer inmediato. El imperativo del discurso actual es: “¡Debes gozar más!”. Mediante el bombardeo constante de objetos de consumo la promesa es: “cuanto más se consuma, más se goza” y el Mercado exige y sostiene la promesa de un goce absoluto. Sumado a un intento de uniformar los modos, planteando modelos a seguir.

El principal objetivo es consumir. ¿Qué se consume? Bienes materiales, sustancias de todo tipo, por ejemplo objetos tecnológicos, droga, alcohol, comida, imágenes, etc. Inclusive debemos pensar ya no solo en sujetos que consumen objetos sino que los propios sujetos se han convertido en objetos de consumo.

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿de qué maneras se influye en el sujeto que se ve sometido de buen grado al mandato social? Más aún si pensamos que ni siquiera es de su cultura más autóctona a quien obedece, sino a una extrajera.

La pulsión no tiene objeto pero lo encuentra. La proliferación y oferta permanente de objetos va en la dirección del encuentro constante con el objeto.

Y para ser sujetos deseantes y poner en juego nuestro deseo algo debe estar perdido, faltar. Si se ofrecen continuamente cosas que viene a tratar de ocupar esos lugares, ¿Qué lugar queda en la sociedad actual para la emergencia del sujeto deseante?

La oferta permanente de objetos de consumo genera la ilusión de poder taponar la falta del sujeto.

Existe un vacío estructural en los objetos a causa del cual ningún producto es realmente lo que ofrece. Por lo cual, cuanto más se consume, más se evidencia que la satisfacción hallada no es la esperada. Y aparece el malestar, la falta de la falta, que produce la correspondiente angustia.

El sujeto como un sujeto de deseo, un sujeto cuyo objeto de la satisfacción absoluta está perdido, le falta el objeto para colmarlo y es esto el motor de la vida. Los demás objetos son siempre señuelos. Hay una brecha insalvable entre la satisfacción buscada y la encontrada.

La noción de subjetividad es un concepto vinculado a las imágenes, representaciones, modelos, discursos y prácticas que provee la cultura de una época.

Sin embargo, el efecto sujeto no es pensable fuera del campo de dichos discursos, prácticas, o sea de lo simbólico predominante de su tiempo.

El malestar es estructural, es inherente al sujeto y a la cultura. El sujeto para devenir como tal debe renunciar al goce absoluto.

Sin embargo, las formas que adopta dicho malestar dependen de las particularidades de la cultura o de lo simbólico. El malestar cambia de formas en la medida que las sociedades van cambiando.
Entonces, el sujeto solo se constituye como tal a partir de la pérdida de goce. La constitución del sujeto supone una renuncia a la satisfacción completa. Es el precio a pagar por la entrada en la cultura.

El tipo de subjetividad que se produce en este tipo de sociedades es una de las principales formas de capital que permiten al capitalismo seguir su curso de reproducción y metástasis. Como ya lo sostuviera Lacan, el discurso capitalista se sostiene en la promesa fantasmática que supone que el “objeto a” (plus de goce) puede ser integrado. El capitalismo es la primera forma de sociedad, el primer modo de producción, que ha logrado capturar algo constitutivo de la propia conformación de la subjetividad. Es la primera vez en la historia que hay una suerte de coincidencia entre la estructura del sujeto y una forma de dominación que ha sabido apoyarse en tal estructura: a través de la lógica del ideal anónimo del mercado se asume el valor de la “falta” (vacío) inherente en el sujeto como aquello que hay que saber completar a través del sistema de los objetos.

Sistemas que se perpetúan borrando la historia y su devenir, mostrándose en un presente eterno sin posibilidades de cambio.

La esclavitud no se abolió por trasformase el sistema en más humanitario, sino en plantearse más barato asalariar que mantener a un sujeto. La persona se la llama libre de trabajar, libre de elegir, cuando en verdad queda fascinado, perplejo, por la imagen del comercial, entrando en un círculo repetitivo sin posibilidad de reflexión propia, ni decir rebelión.

La tan mentada Revolución se plasma primeramente desde la subjetividad, desde el sujeto singular que derroca los impuestos culturales de una sociedad dominante que absorbe. Armas simbólicas del sujeto que le permitan dudar de lo dado y de lo “natural”, que icen la bandera de “La imaginación al poder”.

BacanaleS




Las Bacanales representan las fiestas sacras de adoración al dios griego Dionisio, Baco para los romanos, donde bien han sido representadas en los Frisos de la Villa de Pompeya, plasmándose el momento de iniciación de una joven virgen dispuesta a ingresar en los misterios Báquicos.




Las secuencias se presentan en un primer momento con mujeres en la preparación de la ceremonia y la novicia q será consagrada. Un Sileno toca la lira y una Ménade con un cabrito junto con una mujer que ya se encuentra poseída del furor báquico. En la siguiente escena de los Frisos se ve a tres seguidores de Dionisio profetizando y adivinando a través de una vasija de agua, a su lado se encuentra Dionisio y Ariadna. Le sigue el cuadro propio a la iniciación, donde la joven virgen levanta un velo que oculta tras de si un falo, mientras es flagelada, por hacer eso, por un Daimon alado de aspecto femenino. Finalmente se la ve danzando en un estado de éxtasis. Cierra el ciclo la solemne imagen de una mujer cubierta, vestida, esposa del dios.




El demonio antiguo azota a la que se atreve a develar, a mirar más allá de lo especular, volviendo a tapar rápidamente. Pero una vez que se conoce que hay detrás... ya nada es igual, ya no hay vuelta atrás, es un camino que no se puede desandar, es la lucha, el punto de quiebre del Saber contra la Ignorancia.




Pero en la tradición griega, Dionisio no está solo a la hora de sus influencias, tanto en el arte como en los manejos que se hacen de la realidad, de manera antagónica, se presenta Apolo.




Apolo, dios adivinador, cuya belleza y mirada fascinaba a su pueblo, joven, hermoso, desde su origen, es la apariencia radiante de luz reinando sobre mundos de imaginación. Su despliegue sobre la imagen, lo imaginario, lo ilusorio, brinda las sendas a las manifestaciones y escenarios mas vivos en donde se desarrolla la comedia humana.




Apolo le da las bases al hombre para el arte, para la creación, en la imaginación despliega el cristal por donde la mirada se acerca al mundo, a la vida volviéndose digna y posible de ser vivida.




Pero una frágil y delgada línea separa al ensueño de transformarce y enmascararse con el antifaz de la realidad mas plena, y ser concebido como tal.

“Como un pescador en una barca, tranquilo y lleno de confianza en su frágil embarcación, en medio de un mar desencadenado, que sin límites ni obstáculos eleva y abate al hombre “individuo” en medio de un mundo de dolores, donde permanece impasible y sereno apoyado con confianza en el principium individuationis, en cuyos gestos y miradas nos describe toda la alegría y sabiduría de la apariencia, al mismo tiempo que su belleza” (El mundo como voluntad y como representación I. Schopenhauer)




Solo que cierto halo de sospecha invade al espíritu del hombre curioso, disconforme, que ante la beatitud de la imagen y la buena forma, un fuego que se consume a sí mismo le hace de lumbre al juego de sombras del Mundo Sensible.




Dionisio en sus festividades quiebra el Velo que aprisiona al hombre individuo, reconciliándolo con su más íntima esencia a través del olvido de sí mismo.




Los dos dioses son complementarios, uno no es sin el otro. Uno muestra sus pupilas donde nos vemos vivos, el otro nos advierte de lo nocivo y peligroso que es creer en la infatuación de la imagen y representarla. “Es lo que hay” se nos dirá, y puede ser, pero ahora advertidos, precavidos, pudiendo así dar lugar a nuestro propio deseo, el cual construirá la Ley que guiará nuestro camino, dejando atrás restos, sombras de sombras que se mueven al compás de las flamas de un fuego fatuo.




Bacanales es una elección, que marca un antes y un después, punto de quiebre que posibilita el despliegue y realización del sujeto.






Centro Interdisciplinar Bacanales.


Atención-Formación-Trasmisión en


Psicoanálisis y Psicología.




Italia 259-San Nicolás-Bs.As.